El sábado, a las 28, se lanzará en simultáneo en dos puntos de la provincia el postítulo deEspecialización docente de Nivel Superior en Educación en Contextos de Encierro.
Chaco está entre las 10 provincias que comenzarán a dictar el postítulo en agosto de este año con el fin de capacitar docentes para que enfrenten la tarea de “garantizar el derecho a la educación de todas las personas privadas de su libertad, para promover su desarrollo pleno”. Así es que
Allí, comenzarán a dictarse, por dos jornadas al mes durante dos años, los 8 módulos que componen el postítulo. En primer lugar se abordará la educación como un derecho a lo largo de toda la vida y el módulo sobre Normativa regulatoria; a partir de 2011 se continuará con La escuela y su gestión, El docente y su práctica, Sujetos y contextos, Educación para el trabajo, Arte, cultura y derechos humanos, Educación para la salud; y dos seminarios de integración y proyección.
Si bien en las cárceles creció la población con atención educativa en un 37% entre el 2002 y el 2004, aún hay mucha demanda educativa entre los más de 63.000 adultos y los casi 20.000 adolescentes y jóvenes que están privados de su libertad. Se estima que un 6% de ellos no tiene ningún tipo de estudios, un 26% tiene primario incompleto y un 47% completo; un 13% secundario incompleto y un 6 % completo; y un 2% nivel superior completo o incompleto.
Los objetivos de la modalidad de educación en contextos de encierro son garantizar el cumplimiento de la escolaridad obligatoria, ofrecer formación técnico profesional en todos los niveles y modalidades, favorecer el acceso y permanencia en
A esto se suman las labores para desarrollar propuestas destinadas a estimular la creación artística y la participación en diferentes manifestaciones culturales, actividades de educación física y deportiva, brindar información permanente sobre las ofertas educativas y culturales existentes, contribuir a la inclusión social de las personas privadas de libertad a través del acceso al sistema educativo y a la vida cultural.
Estos objetivos, contrastados con la realidad de quienes habitan cárceles dejan en claro la importancia de capacitaciones como la de este postítulo. El 70% de las personas privadas de su libertad tiene entre 18 y 35 años, la mitad no tenía oficio o profesión al ser detenido y más de 80% de ellos estaban desocupados o con trabajo informal al ser detenidos. Además, el 86% no participó de programas de capacitación laboral y el 67% no participó de programas educativos.